Arados de cincel, desbrozadoras, renovadores de pradera, rotobos de cuchilla recta, remolques, guadañas y sembradoras manuales son algunos de los elementos que la entidad tiene al servicio de los productores del agro y ganaderos en los 104 municipios de su jurisdicción.
Para acceder a ellos basta con que los labriegos hagan parte del Proyecto Checua – PROCAS (Programa de Conservación del Agua y Suelo) que promueve la entidad desde 1980 y con el que busca estabilizar zonas degradadas, minimizar la pérdida de suelo fértil y aumentar la capacidad de retención de agua en las praderas mediante el uso sostenible de los recursos naturales.
De acuerdo con Diego Germán López Varela, ingeniero forestal de la CAR, en el desarrollo de la iniciativa genera, adapta e implementa tecnologías de siembra directa, labranza mínima, abonos verdes y renovación de praderas para generar una agricultura de conservación y una ganadería regenerativa.
“Nosotros vamos finca a finca con un grupo de personas, que son reconocidas como promotores campesinos, para establecer contacto directo con los productores y contarles sobre las bondades de este proyecto. Tras su aprobación, comenzamos a concertar con ellos las labores que adelantaremos en sus predios para generar procesos más limpios, sostenibles y rentables, según la vocación y la labor que quieran desarrollar en el terreno”, expreso el profesional.
Jorge Darío Cortés, habitante de la vereda Resguardo de Chiquinquirá, es uno de los beneficiarios del proyecto. Con las herramientas que la CAR le presta siembra papa, maíz, fríjol y arveja en su finca Santo Tomás.
“Con el uso de estos elementos logramos mejorar la calidad del suelo y disminuir los costos de producción. La tierra ahora es más jugosa”, asegura Cortés, quien lleva más de 20 años vinculado a esta iniciativa.
Según la Corporación, además de brindar la asistencia técnica, realiza el acompañamiento necesario para que los productores aprendan a utilizar las máquinas y demás elementos que tiene gratuitamente a su disposición para que establezcan sistemas productivos que prevengan la erosión, la pérdida del suelo, aumenten la humedad dentro de los predios y mejoren la fertilidad de la tierra.
“Los interesados pueden vincularse comunicándose con el Sistema de Atención al Ciudadano de la CAR o acercándose a cualquiera de nuestras sedes regionales y manifestar su intención en participar en el programa”, resaltó López Varela.
El funcionario aseguró que la meta al finalizar este 2023 es que el Proyecto Checua – PROCAS beneficie a más 3.500 familias a lo largo y ancho del territorio.
“Buscamos trabajar de manera más limpia y orgánica, por eso utilizamos remedios caseros y abonos verdes para los cultivos y pastizales con el propósito de dejar de lado los agroinsumos y fertilizantes químicos que encarecen la producción y afectan nuestro medio ambiente”.
Actualmente en su jurisdicción la CAR tiene identificadas más de 1.100.000 hectáreas afectadas por algún tipo de erosión, lo que significa que el 63% del territorio padece esta problemática. De ahí la importancia, según la entidad, de implementar proyectos de este tipo que han permitido, entre otros resultados, reducir el volumen de sedimentos que llegan a las fuentes hídricas, aumentar la infiltración en los predios y disminuir las aguas de escorrentía, además de reducir la producción de gases de efecto invernadero, capturar carbono y disminuir la contaminación del suelo y los cuerpos de agua.
Para mayor información los interesados pueden escribir al correo electrónico sau@car.gov.co o comunicarse al teléfono: 601 580 11 11, en Bogotá, o en la línea gratuita nacional: 01 8000 915 317 - 01 8000 913606.
Fuente: Oficina de prensa de la CAR
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— CAR Cundinamarca (@CAR_Cundi) January 31, 2023